Tradicionalmente, la industria gráfica se ha distinguido por no tener una estrategia específica. Uno de los principales objetivos era el de disponer de máquinas y ofrecer su utilización para reproducir un original un número determinado de veces. Esto parecía suficiente, pero todo ha cambiado mucho y, realmente, es necesario escoger una estrategia, puesto que el mercado y sus necesidades no son las mismas. Han cambiado.