En un momento en que los precios del mercado van descendiendo continuamente, y resulta difícil obtener beneficios de los trabajos que consisten puramente en impresión, conviene ir encontrando otros caminos que permitan ganar una facturación complementaria hacia el mercado y una mayor fidelización de los clientes que, con ello, pueden acabar dándole menos importancia al precio de la pura impresión.