El concepto de love brands se ha puesto relativamente de actualidad para describir aquellas marcas que logran penetrar en la mente y en el corazón de tus clientes, logrando que se conviertan en los mejores prescriptores y garantizarse su lealtad. Indudablemente este podría ser el sueño de cualquier empresa y el secreto de una lovebrand.
Este término que se ha puesto de moda pretende describir aquellas marcas capaces de levantar pasiones y emocionar a sus clientes más allá de lo estrictamente racional. Estas marcas ya no tienen clientes, poseen verdaderos creyentes que no se cuestionan los precios ni las bondades del producto. Son verdaderos embajadores de las marcas; las lucen orgullosos en todos los escenarios posibles. Un ejemplo clásico es el de la marca Harley-Davidson, la moto entre las motos.
En el entorno, desde hace tiempo, las marcas que crecen y tienen éxito lo hacen poniendo al consumidor en el medio de su estrategia. Eso representa un cambio de paradigma brutal en el mundo del marketing y la estrategia empresarial, porque esto ya no va de “tengo un producto, voy a invertir para convencer a la gente de que lo compre”. Ahora la estrategia es darle al consumidor lo que quiere, y no lo que la empresa quiera. Solo así seremos capaces de conquistar su corazón, de enamorarle y vender, y como no, de llegar a ser una lovemark.
En este contexto, y teniendo en cuenta este paradigma, podemos disitinguir varias tipologías de marcas:
Las marcas invisibles son aquellas que ni vemos. Están a nuestro alrededor, pero no entran en nuestro mundo ni en nuestra rutina; no sabemos nada de ellas, ni nos interesa.
Las marcas cercanas son aquellas que han entrado en nuestras vidas hace tiempo y que tenemos integradas en nuestro día a día. Le hemos concedido un espacio en nuestras vidas y nos sentimos cómodos con ellas. Son marcas en las que confiamos, que nos solucionan y nos aportan como consumidores.
Y por último, las Love Brands, aquellas marcas que han conseguido atrapar al cliente, bien por su imagen, por lo que hacen por él, por el beneficio que aportan, por cómo hacen sentir a quién las consume, transformando al consumidor en un verdadero embajador voluntario de la marca.
En este sentido, es necesario ser consciente de que el privilegio de convertirse en una love brand está al alcance de muy pocos y depende de muchos factores, a veces poco predecibles: sector de actividad, tipología del producto, asociaciones psicológicas, longevidad de la marca, cuota de mercado,… Aunque no es imposible. La clave está en apostar por una mejora global de los niveles de engagement en nuestros clientes. En este sentido, algo que las love brands han entendido mejor que nadie es que el cariño del consumidor va más allá de los likes en las redes sociales. En lugar de obsesionarse con obtener más opiniones, seguidores y shares, las marcas deben trabajar en entender mejor sus necesidades y hábitos de consumo, logrando que sus productos estén presentes de forma prácticamente inconsciente en su día a día.
Entrevista a Javier Varela, consultor de marketing, estrategia y comunicación en toctocmedia
“Las lovemarks consiguen atraer al consumidor a través de los sentidos”
Según su punto de vista, cómo definiría una Lovemark. Cómo considera que se puede integrar esta estrategia dentro del plan de marketing.
Una Lovemark (o Love Brand) como definió en 2004 Kevin Roberts, CEO de la agencia de publicidad Saatchi&Saatchi, es aquella marca que consigue ‘enamorar a sus clientes’.
Según sus palabras, “lo que mueve a los seres humanos es la emoción, no la razón” y las Lovemarks consiguen atraer al consumidor a través de los sentidos, logrando mantener con ellos una relación leal y estable, gracias a que es capaz de introducir el componente de la emoción en la forma de relacionarse. Este amor por la marca hace que los consumidores incorporen en su relación con la marca, los sentimientos y se consigan cosas como que puedan incluso perdonar fallos leves en el producto o en el servicio si estos no se producen de forma reiterada.
En definitiva, Las Lovemarks crean vínculos emocionales con los consumidores y lo hacen yendo más allá de los argumentos racionales o los beneficios de producto.
Dentro del Plan de marketing debemos tener muy en cuenta el branding (la gestión de las marcas) y las tácticas que seguiremos para que nuestra marca tenga sea un activo que nos diferencie y consiga fidelizar a nuestros clientes. Si en nuestra cartera de marcas contamos con una Lovemark o nuestra marca genérica de empresa, servicio o producto lo es, esta debe ser tratada con los mismos principios que el resto de las marcas, pero sin ninguna duda, contará con recursos y atención especiales puesto que será seguramente el activo más rentable de toda nuestra estrategia de marketing.
Según su opinión, qué ventajas puede ofrecer para una empresa tener en su activo una Lovemark.
Cuando las marcas consiguen establecer un vínculo emocional con sus consumidores, han dado un importante paso para hacer que su marca se convierta en un Lovemark y que su target sean clientes asiduos, fieles a la marca. Una vez que la marca es ya una Lovemark cuenta con una serie de ventajas competitivas frente a otras marcas como la inelasticidad del precio, ya que este deja de ser un factor principal en la decisión de compra y los consumidores están dispuestos a pagar más por comprar esa marca. El hecho de contar con una comunidad de embajadores de la propia marca que la compran, la muestran, la difunden y la defienden. La rentabilidad, que suele venir asociada a marcas de este tipo. La pasión por la marca que hace que sus productos o servicios sustitutivos no sean tan evidentes como en otras marcas, etc.
Según su visión, qué papel juega el medio online en la creación de una Lovemark.
Sin ninguna duda, el medio online contribuye a la difusión de todos los valores que puede contener una Lovemark y como desde hace tiempo ya, las reglas de juego han cambiado, el consumidor ahora quiere participar y ser parte activa de la marca y del storytelling de la misma.
Las redes sociales y en general el medio online, debe ser considerado como una parte fundamental dentro de un proceso de comunicación integral. Para la creación y sostenimiento de una Lovemark, es casi imprescindible contar con una comunidad fuerte y sobre todo muy comprometida (los denominados Brand Lovers). Esto será un activo valioso para esa marca. A su vez, debemos saber escuchar a los fans y consumidores porque esta es la mejor forma para aprender de ellos, para comprender sus necesidades y mejorar los procesos de toma de decisiones. Tratar a cada cliente como único. Y sin duda, es muy importante que la presencia de la marca en las redes sociales esté alineada con los objetivos corporativos y de marketing.
Al final si consigues que tu marca se convierta en una marca querida y amada (una verdadera Lovemark), conseguirás que tus Brand Lovers, hablen bien de tu marca, compartas tus publicaciones en las redes sociales y generen ellos mismos publicaciones con ella, recomienden tus productos en foros y medios digitales y defiendan a tu marca en casi cualquier situación.
Qué pueden hacer las empresas para generar una Lovemark y así rentabilizarla.
No es una tarea sencilla. Las Lovemarks son el resultado de una estrategia de marketing que busca conectar la marca con los consumidores mediante aspectos emocionales que escapan en la mayoría de las ocasiones de la razón. Es decir, la marca y el Brand Lover (el consumidor) comparten vínculos asociados a un estilo de vida, a un sentimiento, a una pasión, a unos valores, etc.
Para que nuestra marca llegue a convertirse en una Lovemark, como mínimo debemos elaborar una buena estrategia de marketing que consiga dotar a la marca de una personalidad que la identifique y la diferencia y con la que el público objetivo se sienta identificado. Que la marca mantenga un contacto con los consumidores y tratar de sorprenderlos con cada nuevo paso que da. Hacer sentir al cliente, al embajador de la marca que forma parte de ella, y de alguna forma, estar permanentemente escuchando las necesidades y las motivaciones de los consumidores y satisfacerlas. Y no nos olvidemos del presupuesto, todo esto está muy bien, pero habitualmente un buen presupuesto, para respaldar esta estrategia, consigue que las marcas lleguen y sobre todo se sostengan en el tiempo.
Según su experiencia, cuáles son los pasos fundamentales para crear una Lovemark.
Como se dice en el libro de Kevin Roberts, la clave para generar una Lovemark, puede definirse como “crear una experiencia”, pero tal como sucede en el amor, una marca o producto debe estar dispuesta a enamorar al cliente a partir de conocerlo, identificar sus expectativas e ir más allá de ellas ganándose su confianza.
Las principales ideas para crear una Lovemark pasan por ir dando pasos como dotar a nuestra marca de una personalidad fuerte y reconocible, tratar de asociar los valores de la marca con un estilo y una actitud fuerte, decidida y clara ante la vida, dotar o asociar a la marca a emociones y hacer de ellas una forma de conectar con tus clientes y sobre todo con tus Brand lovers, crear experiencias alrededor de tu marca y vinculadas a su posicionamiento, hacer partícipe a tu público objetivo, y por encima de todo, trata de superar siempre las expectativas generadas en cada momento del producto o servicio (su mensaje, su búsqueda, su compra, su recepción, su apertura, su uso, su postventa, etc.)